PRACTICANDO BUENOS MOMENTOS

Como cada verano, al final de la temporada, volvemos a cenar juntas y dejar los partidos aparcados para septiembre.

Y como siempre la charla nos lleva a hablar de todo lo que nos ha ocurrido durante los partidos, o los no partidos. Da igual, volvemos a recordar sonriendo detalles de esas casualidades del pasado verano por las marismas de Orx. Del trozo elegido del camino de Santiago para este verano y de otros planes para agosto, mezclado con las rebajas adelantadas en Alonso Martínez de todo a 19,99. Se han enredado conversaciones de quien este año no se apuntó al ranking y sigue lejos, con el aparato de wiffi portátil japonés. Nos hemos reído de unos brackets que se colaron por un sumidero y al recordarlo han tarareado feliz cumpleaños en portugués y solo porque suena bien. Y es que el verano ha empezado y es un buen momento para descansar.

Escuchando todo de todas, conversaciones que a veces se superponen, he comprobado que practicamos sin ser muy conscientes de ello, fórmulas muy eficaces que nos hacen afrontar el día a día con un espíritu de tranquilidad y de forma beneficiosa. Sin querer practicamos con regularidad el método AIM

¿En que consiste el método AIM?

Es un método de pensamiento positivo que hace que las personas disfruten de la mejor receta para vivir de forma constructiva y afrontar la adversidad con serenidad.

Ed Deiner catedrático de psicología de la Universidad de Illinois, desarrolló un método tridimensional vinculado con la felicidad, la satisfacción con la vida y el afecto positivo. Método cuya práctica persigue activamente el bienestar subjetivo, y tiene como ejes la atención, la interpretación y la memoria en una dirección positiva.

AIM se basa en:

Focalizar la Atención en lo bueno.

Es fácil dejarse llevar y no fijarse en las cosas buenas de cada día. Todavía hay quien piensa que la felicidad depende de las cartas que te hayan tocado en la vida. Siempre se puede elegir como plantearse la jugada. Practicar la atención positiva empieza por…

 

  • Dejar de mirarse el ombligo como único punto de referencia.
  • Dedicar tiempo a disfrutar de los momentos agradables.
  • Mirar con perspectiva la importancia de las cosas.
  • Hablar de las ventajas que poseemos.
  • Practicar buenos sentimientos.
  • Reconocer a las personas que nos quieren.
  • Acostumbrarse a dar las gracias.
  • Evitar las comparaciones.
  • Dejar de quejarse y lamentarse.
  • Habituarse a mirar las cosas bonitas.

Interpretar lo mejor.

En Hamlet, Shakespeare resume las cosas que nos pueden pasar de esta manera “Porque no hay nada bueno o malo, es el pensamiento el que lo hace así”. Lo que interpretamos depende de nuestra historia personal, nuestras preferencias, de cómo hemos aprendido a percibir, dar sentido y resolver las cosas que nos ocurren. Adiestrar a nuestro cerebro a interpretar en positivo empieza por…

  • Preguntarse de qué otra forma puede ser.
  • Escuchar otras versiones.
  • Acostumbrarse a esperar.
  • Ejercitar no predecir el futuro.
  • Aceptar cambiar de opinión.
  • Elegir la alternativa más favorable de todas las posibles para sentirse bien.
  • Practicar emociones positivas y sonreír.
  • Valorar de forma justa y proporcionada.
  • Evitar confrontaciones.
  • Usar palabras buenas, abandonando la crítica y la descalificación.

Memorizar con eficacia.

Recordar y recrearse en lo que hemos vivido y nos ha hecho realmente felices nos transporta a volver a sentir esos momentos, casi con la misma intensidad que aquel día. Almacenar y desenterrar la tragedia, los errores, desgracias y miseras, nos sumergen con facilidad en el pesimismo y la desdicha, bloqueando cualquier emoción que nos facilite sentirnos bien. Entrenar a nuestra memoria a evocar lo mejor empieza por…

  • Mirar fotos de los momentos felices.
  • Confeccionar un álbum mental de épocas buenas.
  • Elegir personas con las que recrearse de los mejores recuerdos y compartilos.
  • Utilizar todos los sentidos para recordar instantes agradables.
  • Transformar un recuerdo lejano añadiéndole detalles alegres.
  • Rememorar instantes de cariño y dulzura.
  • Hablar de las personas buenas que se conocen.
  • Recrearse en imágenes divertidas.
  • Retener sensaciones de bienestar como abrazos, sabores, olores…
  • Escuchar canciones que me recuerdan escenas bonitas.

Para mi, para nosotras, fue una cena llena de AIM´s… Este salmorejo tiene el mejor punto de ajo”.Nunca nos perdimos con nuestra wiffi portátil”.Me equivoqué de talla pero ahora se llevan grandes”. Me costó cero rehacerle los brackets”. Una buena idea cenar al aire libre, 16 grados y mantitas”. No quedamos las últimas en el ranking, fuimos penúltimas”. Mirar mis fotos, este año saltando en la playa la hoguera de San Juan”. He terminado el libro de Aramburu “Patria”, te lo presto”. Me ha enviado este vídeo del pequeño, está enorme”. Qué pena que no haya podido estar”. Te acuerdas el año pasado con google map hasta que lo encontramos, fue una locura genial”.

Y muchas más…

Dejo encima de la mesa… la posibilidad de elegir la mejor vida, y un buen verano.

Volveremos en septiembre.


3 respuestas a “PRACTICANDO BUENOS MOMENTOS

  1. Como me ha gustado esto es lo q yo trato de decirle a rafa hemos vivido tantos momentos tan buenos y ahora hay q hecharemos la vista atrás y recordar lo bien y bonito q fue ahora no valen los reproches solo hay q vivir el momento y disfrutar tenemos suerte mucha suerte de estar aq y haber hecho todo lo q hemos hecho todo lo q perdimos y hemos vuelto a tener esas cosas tan maravillosa no quiero olvidarme de.nada de lo q he hecho y hemos hecho es grandioso y soy feliz muy feliz besos mila te quiero

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